La correcta mantención de la piscina debe partir por no cometer alguna de los descuidos que se enlistan a continuación:
Falta de monitoreo y pruebas regulares: No realizar pruebas frecuentes del agua para evaluar el nivel de cloro, pH, alcalinidad, dureza y otros parámetros es un error común.
Desinfección inadecuda: No realizar pruebas frecuentes del agua para evaluar el nivel de cloro, pH, alcalinidad, dureza y otros parámetros es un error común.
Falta de limpieza y mantenimiento regular: No limpiar la superficie, el skimmer, las canaletas y los filtros de forma regular puede llevar a la acumulación de suciedad. Esto disminuye la eficiencia del sistema de filtración y puede afectar la calidad del agua.
Sobrecarga de químicos: Añadir en exceso productos químicos como cloro, alguicidas u otros tratamientos conlleva un desequilibrio en los niveles químicos y causar problemas en la calidad del agua.
Ignorar la circulación y filtración: No mantener una buena circulación y filtración del agua, o no ajustar adecuadamente los tiempos de operación del sistema, puede contribuir a la acumulación de impurezas en el agua.